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A partir del cap tulo ix de
A partir del capítulo ix de su obra, Tomhas Piketty no suelta el tema de la relación entre la educación, la ciencia y la tecnología con su tesis focal de la relación entre acumulación de capital y desigualdad. Su disertación se ubica en buscar un enfoque crítica respecto de la relación unívoca entre esos componentes como se mantuviera en una relación causal directa y siempre positiva.
Su tesis es que el enriquecimiento desmedido de estos supermanagers, ha ocurrido en los países desarrollados de forma dominante, pero con estrictos límites desde la perspectiva de la tendencia de acumulación original:
La tesis subyacente en este análisis, como también ha sido comprobado durante décadas, es que la mayor educación en las personas, no influye de forma determinantemente masiva en la relación desigualdad-ingresos- ganancia. De otra forma, lo que señala y vuelve Stattic reiterar Thomas Piketty es que la distribución del ingreso no está se determina por el grado de escolaridad de las personas en lo general, ni por los determinados índices de movilidad ocupacional en algunos sectores de la sociedad, porque a final de cuentas la tendencia estructural de inequidad social y económica de esta distribución desigual no se modifica.
2. El aprendizaje por fuera del sistema educativo
A diferencia de Piketty que articula una visión compleja de economía política del conocimiento desde su análisis de la desigualdad en las tasa de crecimiento del capital, dos autores muy conocidos, Joseph E. Stiglitz y Bruce C. Greenwald, en trabajo reciente que lleva como título Creating a Learning Society, dan cuenta de las tendencias más importantes que se mueven en una economía política del conocimiento, desde la perspectiva de los países desarrollados. El contraste es muy evidente con respecto el autor anterior, y en esta parte del trabajo se dará cuenta de ello.
Los índices de desigualdad, para estos últimos autores, no son relevantes, sino la acción del Estado y las empresas a favor de un componente crucial para su desarrollo y competitividad: el aprendizaje, el de tipo emprendedor, el que hace que las cosas funcionen, el que impulsa la productividad y la innovación. No el que se aprende en las escuelas ni en la universidad, aunque este tiene también su importancia. Los matices son evidentes pero también son parte de un muy fuerte debate, porque para los autores referenciados, esto es lo que forma parte de la gran brecha divisional entre países ricos y pobres en el mundo contemporáneo. Se trata, como se empezará a Helper virus comprobar de dos posturas distintas respecto al debate sobre la importancia de la educación y la política pública en materia de ciencia y tecnología: una que disminuye su importancia debido a la tendencia estructural de acumulación de capital orgánico, y otra que pone el acento en su impacto económico con matices que saldrán al luz e forma explícita. El primer destaque al respecto es que estos autores, como se ha conocido, ponen el acento en la política pública derivada del Estado y no del mercado, son parte de los “críticos” del denominado “consenso de Washington”, como lo aseguran de forma intermitente en su libro. No por ello dejan de ser ultra-ricos enfocados en una tendencia neo-Shumpeteriana (p. 22). El enfoque sin embargo es contrastante y ofrece una información relevante para el análisis de las distancias y brechas entre el mundo desarrollado y lo que ocurre en América Latina y el Caribe enlaperspecotva del valor de uso y cambio del conocimiento:
Asi mismo, para estos autores, el papel central de la generación de este aprendizaje y conocimiento no depende ni está concentrado en la contribución de las instituciones educativas o de investigación, sino en las empresas:
Como se ha mencionado en los enfoques de la economía contemporánea, el conocimiento y para estos autores ahora, el aprendizaje, ocurre de forma primordial dentro de las empresas (p. 48) y no en las instituciones de educación superior o de investigación académica y lo que es más importante, ocurre de forma económica y de acumulación sobre todo entre las empresas de los países desarrollados, en donde puede ocurrir una tasa de ganancia mayor y en donde es posible contar con estructuras comparables de competitividad.